El blog ha muerto. ¡Viva OffTopic!

Llevo bastante tiempo sin actualizar el blog con algunas de esas historias que no le interesan a nadie. Esto no es novedad; de hecho, ya en el primer post, que data de finales de 2010, dejé claro que la constancia no es uno de mis principales atributos. Sin embargo, estoy satisfecho de que en esta ocasión el motivo de no escribir nimiedades por mi cuenta se deba a que en la actualidad las esté escribiendo de forma conjunta.

Hace justo un mes empecé junto a otros veinte compañeros (estudiantes de periodismo en su mayoría) un proyecto de web cultural en la que llevábamos trabajando bastante tiempo. Desde finales de diciembre del año anterior ya era una idea que me rondaba (y quemaba) la cabeza. Si en una facultad, mejor dicho, si en una carrera constituida específicamente para gente con vocación de comunicar no era posible sacar adelante un proyecto comunicativo ¿Qué narices estábamos haciendo con nuestras vidas?

Facultad de Filosofía y Letras de Valladolid. El Norte de Castilla.

OffTopic fue el nombre escogido para la revista, propuesto por Jorge Espada. Pese a utilizar un anglicismo, aspecto con el cual muchos no estábamos de acuerdo, creo que es un apelativo que define muy bien el objetivo de la publicación; off topic significa digresión, un cambio de tema intencionado por parte de alguien que conversa. Sintetizando, refleja la libertad para hablar de aquello que nos apetece. Es precisamente esa libertad a la hora de elegir sobre qué escribir la que nos ha movido en todo momento y uno de los pilares para que sigamos adelante. El mundo del periodismo (y más aún del periodismo escrito) está ya bastante encorsetado como para que seamos los propios comunicadores los que lo acotemos más. Escribir de lo que te apasiona para apasionar al que te lea. Nada más.

Así pues, durante estos treinta días de trabajo, lanzando un texto diario (salvo en el caso de los sábados que suelen ser dos y en el día del señor que descansamos,) hemos tocado ámbitos muy diversos: desde la Semana Santa vallisoletana a la práctica del fútbol en Groenlandia, de la poesía de Bukowski a la lucha de la mujer por vestir pantalones. Temas variados y variopintos, que en muchos casos difícilmente tendrían cabida en un medio de comunicación tradicional.

Logo de http://revistaofftopic.com/

Como decía antes, no sé si volveré a colgar en este blog mis reflexiones banales sobre el día a día. De momento estoy centrado en el proyecto y más viendo que cada vez somos más los que aportamos nuestro granito de arena a OffTopic. Lo único que espero es que si corto el grifo de mi expresión individual, al menos sea por una buena causa.

2012: un año en historias

2012 se marcha como vino: dejando mucha incertidumbre a su paso. Al final,  las visiones fatalistas que predecían que el fin del mundo iba a llegar el  21 de diciembre no se cumplieron y todos lo agradecimos, especialmente los que tenían en su bolsillo un trocito de papel rectangular con el número 76.058 impreso en el centro. Así que esta noche nos sentaremos frente al televisor (algo nada excepcional) mientras comemos tantas uvas como meses dejamos atrás. Unas uvas que podremos disfrutar en la compañía de seres tan ilustres como el polémico chef de "Pesadilla en la cocina" o los cada vez más desgastados personajes de "La que se avecina", serie estrella de Telecinco. Ayer, en Neox, ya se adelantaron en esta dinámica de contratar a personalidades modélicas, al utilizar como anfitriona de sus "preuvas" a  Cecilia Giménez, la mujer entrada en años que sorprendió al mundo entero este verano con su reinterpretación de la figura de Cristo. Su compañera de ceremonias fue Remedios Cervantes,que se ganó el puesto con méritos propios al hacerle perder 5.000 euros a un chaval en un concurso por un "impulso del corazón" (Remedios dixit).

Ecce Hommo DC (Después de Cecilia). The Guardian

La política ha estado muy movidita este periodo y como siempre, los temas que más revuelo, comentarios, minutos en pantalla e indignación han generado, han tenido un carácter superfluo y han servido para ocultar lo que de verdad se nos viene encima. Empezamos el año conocedores de la victoria por KO del Partido Popular en las elecciones generales y sin duda la mayoría absoluta ha hecho mucho más fácil la implantación de sus políticas. La privatización de seis hospitales y veintisiete centros hospitalarios en Madrid no ha sido más que el último grano de una gigantesca montaña de recortes y degradación de derechos sociales que Mariano "Manos tijeras" y su equipo están llevando a cabo. La sombra de Merkel es alargada y pese a que la sociedad española ha seguido mostrando su desagrado con muchas decisiones del gobierno, nada parece indicar que esta dinámica vaya a revertirse en los próximos meses. 

Rajoy, preparando los presupuestos generales. zadock.wordpress.com

Ya que hablamos de política, una de las noticias que más ha sorprendido este pasado año ha sido la de la dimisión de Esperanza Aguirre por motivos personales. A muchos nos dolió mucho más la retirada de @Espeonzaaguirre, parodia de la antigua alcaldesa de Madrid, que en pocos meses se convirtió en estrella de Twitter, superando en seguidores a la original. Su último mensaje data de junio y no hay noticias de su regreso. Mientras tanto, en  Cataluña, esa comunidad en la que el independentismo se mueve entre el sentimiento popular y el deseo de más fondos para jugar al Monopoly, miles de ciudadanos se movilizaron durante la fiesta de la Diada con proclamas soberanistas. Artur Mas creyó ver la puerta al éxito absoluto pero acabó dándose de bruces con las urnas ya que, pese a la victoria de su partido, no consiguió unir a todos los catalanes en torno a su ideal de futuro.

Aguirre, tras su dimisión. RTVE.es

Pasando a temas más banales pero no menos llamativos, cualquiera diría que el asesor de imagen de la Casa Real se ha afiliado a Izquierda Unida, ya que el deterioro que ha sufrido esta institución en el último curso ha sido notable. Junto a eventos de carácter más o menos estúpido como que Froilán, el hijo de trece años de la infanta Elena se dispare en el pie con una escopeta, se han unido otros hechos más estúpidos aún pero también más condenables, como que el jefe del Estado español se vaya de cacería de elefantes cuando su país sufre uno de los peores momentos de su historia o que a su yerno se le acuse (y con toneladas de pruebas) de haberse apropiado de un dinero que no le correspondía.

Urdangarín y familia. Público.es

Musicalmente, este tampoco ha sido un año para celebrar, al menos para los que todavía no nos hemos hecho a las composiciones basadas en chirridos metálicos y bombos infernales. Uno de los precursores de este tipo de ritmos, Skrillex ha conseguido trasladar el dubstep desde los coches aparcados en  polígonos a las grandes emisoras de radio, enriqueciendo, sin duda, nuestra cultura musical. Para muestra, un botón (el de youtube, claro). Otro de los grandes bombazos de este año ha sido el "Gamnam style", canción del artista  coreano PSY que ha sustituido a"Ai se eu te pego" en los corazones de las adolescentes en el apartado "Canción que adoro con todas mis fuerzas, que en unos días aborreceré y en un par de meses ni me acordaré de ella". Mientras, el rock clásico vive la misma situación de crisis que el PSOE: lo conforman cuatro viejas glorias que no saben muy bien el rumbo que tomar en sus carreras ni cómo convencer a los jóvenes de que lo suyo es lo auténtico. Los Rolling han vuelto  a subirse a los escenarios para celebrar sus cincuenta años de estrellato y, si bien siguen manteniendo un nivel muy alto (tanto físico como de precio de entradas) nadie espera que unos abuelos a los que en España les acabarían de congelar la pensión sean el futuro del rock and roll.

PSY y su "Gamnam Style". The Guardian.

Son muchas las historias que ha dejado atrás este año, desde la épica azaña de Felix Baumgarner con su salto estratosférico al revuelo por la difusión del video erótico de una concejala socialista. Historias, como ya he comentado, que cumplen la máxima de generar mayor repercusión mediática cuanto menos importantes sean para el presente o futuro de nuestra sociedad. De esta manera se consigue que todos nos acordemos de la heroica victoria de nuestra selección de fútbol en la última Eurocopa pero que a pocos se les venga ya a la memoria el "que se jodan" de Andrea Fabra, que el público se ofenda más tras pillar a dos diputados jugando en su Ipad durante su jornada de trabajo que de que el gobierno permita la brutalidad de sus fuerzas de seguridad contra ciudadanos que tan solo ejercen su derecho a manifestarse. 2013 nace en medio de una situación global a caballo entre la depresión y el subrrealismo (lo de Berlusconi ya es para mear y no echar gota). Es muy difícil aventurar lo que nos deparará este nuevo año, pero lo que queda claro es que si ocurre algo transcendental, urgente y que colme el vaso de lo humanamente aguantable, nos pillará viendo Gandía Shore. Feliz año 2013, nanos.

Historia infumable (II)

   -                                 - Ya sabes – dijo mientras posaba su mano izquierda sobre el cuello de mi gabardina – las cosas están como están.

Decidí ponerme a mirar por la ventana con el único objetivo de evitar enfrentarme a ella. Pronto deparé mi atención en un pajarillo que estaba posado sobre la barandilla del balcón del piso de enfrente. Era pequeño y sucio, muy simple, uno de esos seres que (al igual que muchas personas) parecen hechos con molde porque al de arriba se le han acabado las ideas.

-                                -  Es necesario que hablemos. Empiezo a estar cansada de todo esto.

El pajarillo avanzaba por la barandilla metálica con mucho cuidado. Adelantaba una patita sobre otra con delicadeza, casi con mimo, como si pretendiese no hacer daño al objeto férreo con sus pisadas. Me fijé un poco más (ahora que todavía puedo y no necesito cargar con gafas) y vi que una de sus patitas nunca llegaba a contactar con la superficie. El pobre bicho caminaba a la pata coja por una barandilla bastante estrecha, seguramente a causa de algún golpe provocado mientras sobrevolaba los cielos nucleares de esta mierda de ciudad.

-                            -  Me gustas mucho Julio, pero no te soporto y quiero que una de las dos cosas cambie para saber que hacer.

El pajarito piaba mientras cruzaba la barandilla, pero no era un “pio, pio” genérico, era más una llamada de auxilio, un “no me queda mucho tiempo de vida y quiero que lo sepáis”. Sus pasos (o su paso mejor dicho, debido al estado de su pata izquierda) eran cada vez más precipitados y más de una vez temí por la estabilidad de su cuerpo.

-                              -   ¿Por qué me ignoras, joder? No creo que me convenga seguir contigo. Eres un auténtico imbécil.

Y entonces pasó. A unos veinte centímetros del fin de la negra barandilla.

-                              -  ¡Contéstame, calzonazos!

Su patita derecha, harta de soportar su peso, acabó cediendo.

-                               -  Nunca debí haber cruzado esta puerta, He tirado tres preciosos años de mi vida contigo.

Y cayó.

-                              -  ¡No me vuelvas a dirigir la palabra, maldito cabrón!

Y sus sesitos se esparcieron sobre la acera dando fin a su coja vida, coja como la relación que murió ese mismo día por no ser capaz de llegar hasta el final de la barandilla.

Te dicen que...

Y un buen día estallan y te sueltan a la cara todo lo que se llevan reprimiendo varias semanas o incluso meses. Te dicen que ya, que ya están hartas de aguantarte, de pasar contigo las noches en las que no puedes dejar de darle vueltas a la cabeza y de que al día siguiente todos se fijen en ellas cuando siempre han querido pasar inadvertidas. 

Te dicen que sí, que sí que es hora de que pongas orden a tu vida, que no les vale que te quedes hasta las dos de la tarde durmiendo si te has metido a la cama a las siete de la mañana, que o te organizas o cada vez van a tener peor aspecto y van a hacerte sentir más desgraciado en contra de su voluntad.

Te dicen que no, que no es justo que ellas lleven toda la vida junto a ti y tu sin embargo no hagas caso a sus avisos, que cuando se hinchan lo único que quieren es que cambies y empieces a ser alguien formal. Que no les importaría tener ese aspecto si fuese porque tú te has pasado toda la noche anterior estudiando o haciendo trabajos  para tu estúpida carrera, pero que ellas se niegan a seguir padeciendo todas tus noches de juergas, de charlas con los amigos o de partidas al FIFA que se alargan mucho más de lo que deberían. Que ya está bien, hostia.

Te dicen que adiós, que adiós, punto, que no hay nada que hacer. Que saben que no vas a cambiar, que vas a ser un desgraciado toda tu vida y que desgraciadamente ellas siempre van a tener que estar a tu lado. Pero que te odian con todas sus fuerzas y que paladearán con saña cada uno de los fracasos afectivos que sufras por su presencia. Gilipollas.

Y te quedas callado mientras toda esta retahíla de críticas y puñaladas caen sobre tus oídos, pues es verdaderamente triste que hasta tus ojeras sean conscientes de lo que tú te esfuerzas día a día en negar.

Cuando todo va demasiado bien...ahí está Sabina

Hay veces en las que solo necesitas una buena canción. Te pasas días y días pensando en el dinero que tienes que ahorrar para comprarte esa camiseta que tú y trescientas mil personas más habéis visto en el escaparate ( y lo cojonudo es que luego te molesta ver que hay gente que también la tiene), o para irte a un pueblo perdido de la mano de Dios con tus colegas o para comprarte un disco o una película (perdón, eso ya no ocurre) o simplemente para que el fin de semana puedas seguir invirtiendo en tu fondo de cirrosis a largo plazo. 

Y de repente, cuando lo tienes todo (más por el dinero de papá y mamá que por el que hayas podido conseguir con el sudor de tu frente) llega el momento de bajón. Esa sensación tan típica de "no sé que pedirle a los Reyes Magos porque ya tengo de todo" llevada al extremo. Un momento en el que estúpidamente desearías estar en la puta calle y sin el mecenazgo de tus padres para poder tener algo por lo que luchar. Y es entonces, cuando el calor de tu maravilloso nivel de vida te empieza a asfixiar, cuando te refugias en una canción. Una canción que te depura, una simple melodía que te sugiere sin decirlo que todo lo anterior no es lo que de verdad importa, que realmente hay algo más allá de El Corte Inglés y de las melopeas antológicas. Y ahí es donde entra Sabina en todo esto.

Hace un par de semanas un amigo me pasó varias discografías, entre las que estaba la de Joaquín Sabina, un tipo al que nunca había escuchado en serio. Es cierto que ya tenía “19 días y 500 noches” como uno de mis discos (perdón, de emepetreses) de referencia; sin embargo, salvando dos o tres canciones que abundan en las verbenas y karaokes (en muchos casos me planteo donar dinero a la semidifunta SGAE para que acabe con ellos) no conocía nada de lo que había compuesto anteriormente. Eso sí, sabía muchísimo de su vida por revistas y periódicos nacionales, pues parece que cuando hay que hablar de música patria solo existen este señor, “El rey del pollo frito” y el bueno de Loquillo.

Así que, en estos días en los que ya debería estar haciendo algo con mis mañanas, empecé a consumir su biografía en notas. Y joder. Escuchar a Sabina cuando ya tienes cierta edad para entender alguna (que no todas) de sus letras retorcidas es prácticamente como escucharlo por primera vez. De pequeño odiaba a este tipo de cantantes con toda mi alma. Ellos eran los responsables de que en el coche de mi padre no sonaran ni Bisbal, ni Estopa ni otros grupos del estilo. Seguramente si me hubiese encontrado por aquel entonces a Serrat, a Paco Ibañez o a Lluis Llach les hubiese cantado las cuarenta. Esos malditos viejos de voces roncas y música de ritmo lento y monótono. Definitivamente de pequeño era idiota. Seguramente ahora sigo siéndolo, pero se que cuando todo va mal, mejor dicho, cuando todo va tan bien que no tengo de qué preocuparme, siempre tengo al "flaco" para decirme que no, que siempre hay cosas más importantes que la ropa de los maniquís de Zara.

En busca de ese texto

Nota: llevo ya bastante tiempo queriendo colgar este texto, un texto escrito en un momento en el que me encontraba de muy mala hostia conmigo mismo y con el mundo entero en general. Espero que se entienda por tanto como una ida de olla puntual (e irónica) y no como una declaración de intenciones propiamente dicha.

Me apetece escribir algo realmente bestia, algo que ofenda al mismísimo Mourinho, algo que haga llorar a la ya difunta cúpula de ETA y que consiga que no se le empalme a Berlusconi en un par de meses. Quiero juntar tantas palabras despectivas que pueda ser considerado delito contra la humanidad, que el Papa excomulgue a todo aquel que tan siquiera se atreva a hablar sobre ello, que los informativos quiten medio minuto de hablar sobre el nuevo corte de pelo de Neymar para mostrar su rechazo a esta barbaridad. 

Deseo enormemente ponerme sobre un puto folio inmaculado y hacer que el Foro de la Familia pida responsabilidades hasta a  las empresas papeleras por tal aberración, que Rubalcaba y Rajoy se pongan de acuerdo en prohibir el acceso a Internet para que nadie pueda exponerse a este texto cancerígeno, que vuelva fachas a los rojos, que vuelva humanos a los fachas.  Muero por encontrar las palabras necesarias que provoquen suicidios en cadena en Telecinco por exceso de sensacionalismo, que La Sexta pase a ser dirigida por Rouco Varela por decisión de la Unión Europea, que Intereconomía decida solo por ello hacerme una oferta de empleo vitalicia.

Quiero estar ya frente a este texto, paladear cada una de sus ofensas gratuitas, deleitarme con los insultos fuera de contexto, saborear cada una de las falacias que tanto mal van a hacer a tanta gente y empaparme de todo su mal gusto. Deseo con tanta fuerza alcanzar el sumun del hijoputismo escrito que jamás empezaré a redactarlo, dado que, si por algún casual consigo acercarme a todo lo que aspiro, no tendría nada más que hacer en la vida. Todo estaría dicho y ya no habría más que añadir, NADA. Por tanto me alegro enormemente de mi actual situación,es decir, de que no exista nada de lo que quejarme. 

No me falta de nada (al menos materialmente hablando); mis padres tienen trabajo, nadie de mi familia sufre problemas de gravedad y todavía hay gente que es capaz de aguantarme (cada vez menos, dicho sea de paso). Pero sin duda, el principal motivo que tengo para no quejarme es que, gracias a Dios (o a quien sea en el que creáis)  en mi carrera todavía no me han enseñado NADA de como mejorar mi habilidad con las palabras (y este es ya el segundo año), por lo que ese texto, el perfecto epitafio de cualquier ser viviente, todavía me queda muy lejano.

Filosofía de mercadillo

Porque cuando te tiras por la mejor montaña rusa del parque de atracciones 50 veces al día, la acabas aborreciendo. Para ti, volverte a montar no es ya algo excitante, sino una rutina, una más, ya solo quedan otras cuarenta y nueve. 


Sin embargo, si solo te subes a ella unas cuantas veces cuando  vas a la feria y no vuelves a visitarla con frecuencia, con casi total seguridad no te cansarás nunca de la experiencia. Es más, disfrutarás al máximo cada viaje, dado que es posible que no se vuelva a repetir en una larga temporada.



Seguramente, cada cierto tiempo, desearás con ganas volver a experimentar las sensaciones vividas en la atracción, aunque sabes que es precisamente el no poder tenerla a diario lo que te hace ansiarla con tanta fuerza.